La isla de Madeira, ubicada en el océano Atlántico (muy cerca de las Islas Canarias), es un paraíso natural que ofrece una sorprendente variedad de paisajes y un clima realmente cambiante y único. En Madeira tenemos desde montañas escarpadas hasta exuberantes selvas tropicales y costas impresionantes con arena negra, por lo que es un destino que cautiva a los amantes de la naturaleza y la aventura por igual. Hace unos días tuve la tremenda suerte de viajar allí, así que te voy a hacer una lista de los 10 lugares que ver en Madeira imprescindibles. ACLARACIÓN: Estos fueron mis 10 lugares favoritos, no significa que sean los más bonitos. Me he centrado en las zonas más cercanas a la naturaleza, huyendo del turismo masivo en Funchal.
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Qué ver en Madeira: Mis 10 lugares imprescindibles
Mirador de Bica da Cana: Bica da Cana es una meseta situada en el norte de Madeira que ofrece unas vistas panorámicas espectaculares de la isla. Es un lugar ideal para ver el amanecer (mucho mejor que el atardecer), sobretodo si tenemos suerte y se forma el mar de nubes típico de la isla. Desde aquí tenemos bastante cerca el bosque do fanal, un lugar realmente mágico.
Bosque do Fanal: Este es un lugar mágico, así tal cual. Es un bosque estilo subtropical que parece sacado de un cuento de hadas. Los senderos te llevarán a través de árboles cubiertos de musgo y helechos gigantes, creando un ambiente misterioso y encantador. Recomiendo encarecidamente ir bien temprano por la mañana, que es cuando este bosque suele estar cubierto de niebla y tener este ambiente tan misterioso. A tener en cuenta, el tiempo es muy cambiante… entonces, igual hace sol y a los 10 minutos se pone a llover muchísimo (si, me pasó).
Capelinha de Nossa Senhora de Fátima y Sao Vicente: Este pequeño santuario es un lugar de devoción y belleza arquitectónica. Está ubicado en la localidad de Sao Vicente y desde allí podemos ver todo el pueblo, sus increíbles colinas y el océano entre las montañas. Si tenéis tiempo, podéis ir a Sao Vicente a la zona de la playa y disfrutar de los acantilados y las vistas. También se puede aprovechar para almorzar/desayunar en
Padaria Velha, un horno con gran variedad de dulces y salados.
Levada do Caldeirão Verde (PR9): Madeira es famosa por sus levadas, canales de riego históricos que serpentean por toda la isla. Sin duda, la Levada do Caldeirão Verde es una de las más impresionantes, ya que te lleva a través de un desfiladero hasta un impresionante cañón donde encontrarás una cascada escondida en un entorno exuberante. Por el camino nos encontraremos algunos túneles totalmente oscuros, por lo que es 100% recomendable llevar linterna o tener el móvil cargado para iluminar. Más o menos esta ruta, contando ida y vuelta, es de unos 13km aproximadamente. Justo a la entrada hay un aparcamiento para dejar el coche. Una de las rutas que hay que hacer y que ver en Madeira.
Pico do Arieiro: Simplemente espectacular. Si os gustan las alturas, la montaña y el senderismo, el Pico do Arieiro es una parada obligatoria. Es el tercer pico más alto de Madeira y ofrece vistas espectaculares de las montañas y el océano. Es un lugar tremendo para ver el atardecer y el amanecer, y si tienes mucha suerte, se forma un mar de nubes que hace de la experiencia todavía mejor. El amanecer será por la zona del océano y el atardecer se verá por las montañas. Hay una ruta que lleva hasta el pico Ruivo. Yo no la hice entera porque no tenía mucho tiempo, pero si que pude caminar un rato y las vistas son espectaculares. Hay un mirador a unos 15 minutos caminando del Observatorio que se llama Miradouro do Ninho da Manta en el que podemos ver todo el valle hasta el océano (si está despejado).
Miradouro Ilheus da Ribeira da Janela: Desde este mirador puedes ver una roca muy famosa, sobretodo en Instagram y Tiktok, llamada Illheus da Janela. Desde aquí también podrás contemplar los impresionantes acantilados y las formaciones rocosas de la costa norte de Madeira. A mi particularmente me gustó mucho, sobretodo por la tranquilidad de lugar. Sin duda, otro de los lugares que ver en Madeira
Mirador del Velo de la Novia: Desde este mirador se puede ver toda la localidad de Seixal, algunos acantilados de la isla y, sobretodo, la preciosa cascada Véu da Noiva, que se precipita por los acantilados hacia el mar. Es una cascada realmente brutal, y si vas al atardecer, los colores del mar son increíbles.
Seixal: Y desde el mirador anterior… a unos 10 minutos en coche tenemos Seixal. Esta pequeña localidad costera en el norte de Madeira es conocida por su playa de arena negra y sus piscinas naturales. Es un lugar encantador para relajarse y disfrutar del sol, el mar y la belleza de la costa norte de la isla. Además de la arena negra y de sus piscinas naturales, Seixal es un pueblo bonito, por lo que recomiendo pasear por sus calles hasta llegar a la playa. Eso si, preparad las piernas porque hay bastantes subidas y bajadas.
Ponta de São Lourenço: Este destino nos lleva al extremo este de Madeira. Aquí, encontrarás una península escarpada con una geología volcánica única y paisajes impresionantes. Los senderos te llevarán a través de formaciones rocosas fascinantes y te recompensarán con vistas panorámicas del océano. Lo recomendable aquí es llegar en coche hasta el parking (no tiene pérdida) y a partir de aquí comenzar las rutas por los miradores. Estos miradores son un lugar increíble para ver tanto el amanecer como el atardecer.
Achadas da Cruz: Achadas da Cruz es un pequeño pueblo costero situado en la costa noroeste de Madeira. Para bajar, hay que coger un teleférico realmente espectacular, que desciende unos 450 metros en poco más de 5 minutos. Yo lo disfruté mucho, y eso que no me gustan las alturas. Bueno, las Achadas da Cruz son un conjunto de poblados muy particulares, conocidos por su belleza natural, su estilo de vida relajado y su estrecha relación con el mar. Allí hay varias rutas de senderismo sencillas en las que recorrerás estos poblados junto al océano. Sin duda, es uno de los lugares que ver en Madeira.
Dónde alojarse en Madeira
Personalmente, prefiero la naturaleza y la tranquilidad al gentío y el turismo masificado. Así que decidí alejarme un poco de Funchal y alojarme en un pueblo llamado Ribeira Brava. Ribeira Brava es un pueblo pequeño y tranquilo pero que a su vez tiene sitios para comer y cenar y está relativamente cerca de todo lo que quería ver.
Concretamente, me alojé en unos apartamentos que se llaman APATH-HOTEL VALE MAR Guest. Funcionan por código y te lo envían unos minutos antes del checkin, por lo que puedes llegar a la hora que quieras. Eso si, no tienen recepción. Más o menos me salió a unos 50-60€ la noche.